Las calles de Soledad, Atlántico, amanecieron bajo el agua después de que un vendaval azotara el municipio el pasado 30 de agosto, afectando a más de nueve barrios y dejando cientos de familias en estado de vulnerabilidad.
En medio de la emergencia, la esperanza llegó con los uniformados del Grupo de Operaciones Especiales Ponalsar de la Policía Metropolitana de Barranquilla, desplegaron toda su capacidad operativa y logística para mitigar los efectos del desastre natural.
La estrategia institucional liderada por el Brigadier General Urrego Pedraza se fundamenta en tres acciones claves:
1. Respuesta inmediata y oportuna frente a las emergencias naturales.
2. Trabajo articulado con la comunidad a través del acompañamiento y la solidaridad.
3. Apoyo integral a las familias damnificadas, no solo con censos y ayudas, sino también con presencia y respaldo emocional.
Durante la jornada, los hombres y mujeres de Ponalsar recorrieron los sectores más afectados, ayudando en el diligenciamiento de censos, la entrega de ayudas humanitarias y brindando palabras de aliento a quienes lo perdieron todo.
“Con estas acciones reafirmamos que nuestra misión no se limita a garantizar la seguridad, sino también a estar presentes cuando la ciudadanía más lo necesita, llevando esperanza en medio de la adversidad”, manifestó el Brigadier General Edwin Masleider Urrego Pedraza.
La emergencia continúa activa y Ponalsar permanece en el terreno, hombro a hombro con las comunidades y las entidades de socorro, demostrando una vez más que la Policía Nacional es cercana, solidaria e incondicional en los momentos más difíciles.