La Personería de Barranquilla ha emitido una grave advertencia sobre la crisis en el sistema de salud, revelando un asombroso aumento del 233% en las tutelas interpuestas durante 2025. El personero Miguel Alzate, en una reciente rueda de prensa, compartió que se han recibido un total de 54,537 quejas, de las cuales 12,318 corresponden a deficiencias en la prestación de servicios.

Uno de los problemas más alarmantes que enfrentan los ciudadanos es la demora en la entrega de medicamentos, que representa un 51% de las quejas registradas. Alzate subrayó que este retraso no solo afecta la salud de los pacientes, sino que también genera una sensación de desconfianza en el sistema. «La salud no puede ser una espera. Cada día que pasa sin el tratamiento adecuado es un día perdido para la recuperación de muchos», comentó.

El número de tutelas en salud ha crecido de manera exponencial, pasando de 569 en 2024 a 1,893 en 2025, lo que indica un creciente descontento entre los usuarios. “Este aumento refleja la desesperación de la población por acceder a servicios de salud dignos y oportunos. A pesar de que hemos brindado acompañamiento en la mayoría de los casos, muchos ciudadanos se sienten impotentes ante la inacción de algunas EPS”, añadió Alzate.

La Personería ha estado trabajando arduamente para abordar estas quejas, realizando gestiones directas con EPS como Salud Total y Mutualser. Gracias a estas negociaciones, se han logrado acuerdos con operadores como Cruz Verde para garantizar el suministro de medicamentos esenciales a los pacientes que más lo necesitan.

Asimismo, Alzate destacó un cambio en la forma en que los ciudadanos están presentando sus quejas. Cada vez más personas prefieren utilizar canales digitales, con 33,341 solicitudes enviadas a través de correo electrónico institucional. Solo 17,134 personas se acercaron a las sedes de la Personería de manera presencial, lo que indica una tendencia hacia la digitalización y la búsqueda de soluciones más rápidas.

«Estamos comprometidos en seguir luchando por los derechos de los ciudadanos y en buscar soluciones efectivas a sus problemas de salud. La salud es un derecho fundamental y no debe ser un lujo», concluyó Alzate.