El viceministro para el Diálogo Social y los Derechos Humanos, Gabriel Rondón Olave reiteró que no está en contra del fútbol ni de las expresiones culturales que lo rodean, pero advirtió que no se puede seguir normalizando la violencia en los estadios ni poniendo en riesgo la vida de miles de personas que asisten a estos escenarios deportivos en el país.

Tras los graves hechos de violencia registrados recientemente en Medellín —y otros ocurridos en ciudades como Cúcuta— el Gobierno Nacional recordó que existieron advertencias previas relacionadas con conflictos entre barras, uso de pólvora y fallas en las medidas de seguridad, las cuales no fueron atendidas de manera oportuna por algunas instancias locales.

“El problema no son las barras ni la hinchada en general. No vamos a estigmatizar ni criminalizar a quienes van al estadio a alentar a su equipo. Las personas que protagonizan estos hechos violentos no son barristas, son delincuentes, y deben ser individualizadas y judicializadas”, señaló el Viceministro Rondón.

En ese sentido, el Ejecutivo hizo un llamado enfático a fortalecer la articulación entre los gobiernos municipales, departamentales y nacionales, así como con la DIMAYOR, la Federación Colombiana de Fútbol y los clubes profesionales, para implementar de manera efectiva protocolos de convivencia y seguridad en todos los estadios del país, muchos de los cuales hoy no cuentan con estos mecanismos.

El Viceministro insistió en la necesidad de avanzar sin más dilaciones en la carnetización e identificación facial, superando las disputas burocráticas sobre competencias y financiación que han impedido la adopción de estas medidas, pese a los reiterados hechos de violencia.

Asimismo, se anunció la convocatoria a una reunión nacional el próximo 5 de enero, previa al inicio del nuevo torneo, a la que han sido invitadas todas las instituciones que hacen parte del fútbol profesional, así como los gremios de periodistas deportivos y los medios de comunicación, con el fin de construir una hoja de ruta que garantice estadios seguros, abiertkos a las familias y libres de violencia.

“El país debe tomar una decisión de fondo: o empezamos un torneo con todas las condiciones de convivencia y seguridad para proteger la vida, o seguimos permitiendo que el negocio de unos pocos avance a costa de la integridad de la gente. Los estadios no pueden seguir siendo escenarios de guerra; deben volver a ser espacios de paz”, concluyó Rondón.