El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma Egea, anunció con entusiasmo que el Gobierno Nacional ha desembolsado “alrededor de $300.000 millones de pesos” para saldar parte de la deuda acumulada con los comercializadores de energía y gas en Colombia, según lo reporta el Coordinador de la Liga Nacional de Usuarios de los Servicios Públicos en la Costa Caribe, Norman Alarcón.
Sin embargo, señala Alarcón que, a pesar de este esfuerzo, el presidente de Asocodis, José Camilo Manzur, advirtió que la deuda total supera los tres billones de pesos. Esto significa que el desembolso anunciado solo cubre un mes de subsidios, representando apenas el 10% de lo que realmente se debe.
Estos subsidios, destinados a los estratos 1, 2 y 3, ya han sido reflejados en las facturas mensuales de los usuarios. El exministro de Minas y Energía, Amílkar Acosta, subrayó que el actual gobierno no ha asegurado el total de la deuda en el presupuesto de este año, lo que agrava la crisis fiscal en un contexto de déficit creciente y la incertidumbre sobre la reforma tributaria.
Además, la situación se complica con la insolvencia de la empresa AIR-E, que podría enfrentar un colapso si no recibe inyecciones de recursos del gobierno. Esto plantea el riesgo de una crisis sistémica en el sector eléctrico colombiano.
Es evidente que Colombia necesita un replanteamiento urgente de su política eléctrica y energética para enfrentar estos desafíos de manera efectiva.