
El presidente Gustavo Petro ofreció una conferencia con la prensa internacional en la que abordó la política antidrogas, la cooperación con Estados Unidos, la crisis climática y los resultados históricos de Colombia en la incautación de cocaína.
El mandatario abrió su intervención con una reflexión sobre las transformaciones recientes del mercado de la cocaína y las tensiones políticas que atraviesan el continente. “La cocaína, los desarrollos y transformaciones en los últimos tiempos han actuado sobre una serie de tensiones políticas que ya están dentro de Estados Unidos, y dentro de toda América Latina”, afirmó. También recordó la COP-30 que se realizará en Brasil, como un escenario clave para el debate global sobre la crisis climática: “un eje que ha sido de mi actividad política en las últimas décadas y la prioridad de la política exterior de Colombia”.
“El mar Caribe está surcado por naves de guerra. Incluso un pescador de Santa Marta fue asesinado en su lancha. Y aquí comienza nuestra discusión, porque este tipo de maniobras nosotros creemos que rompe el derecho internacional. Estados Unidos en este tipo de acciones está cometiendo ejecuciones extrajudiciales.”
El mandatario insistió en que su gobierno ha logrado resultados inéditos en la lucha contra el narcotráfico sin recurrir al uso desmedido de la fuerza: “Lo que en mi gobierno hemos logrado (…), es que hemos sido el gobierno más eficaz en la incautación de cocaína en la historia del mundo. El gobierno que más ha incautado cocaína en la historia del mundo, desde que existe la cocaína y desde que es ilegal, es este gobierno que yo represento.”
En otro momento de su intervención, explicó que la estrategia colombiana se basa en separar al campesinado de las estructuras criminales: “Si nos centramos en el narcotraficante, no en el campesino que siembra hoja de coca, seremos más eficaces”, dijo.
Recordó que desde 1993 —cuando comenzaron los cultivos de hoja de coca en Colombia— la llamada “guerra contra las drogas” ha golpeado sobre todo al campo: “Desde esa fase hasta el presente se ha centrado la guerra contra las drogas, en alianza colomboestadounidense, en golpear los campos de hoja de coca. Y allí al campesinado. El campesinado de Colombia tiene siglos de experiencia militar y responde a la violencia con violencia.”
El presidente Petro sostuvo que el narcotráfico actual se mueve a través de redes financieras internacionales y no en los territorios rurales: “El mercado de la cocaína hoy es dominado por actores globales que no viven ni en las lanchas que ustedes sacan por la televisión, ni en los campos de hoja de coca que hay en Colombia y en otros países, ni en esta ciudad siquiera. Viven en las grandes ciudades del lujo del mundo y mueven sus capitales, dado que son multinacionales, a través de los circuitos financieros del capital del mundo.”
Frente a ese escenario, explicó su estrategia: “Incautar cocaína fuera de los campos de cultivo, en las carreteras donde se conduce, en las bodegas donde se guarda, en los puertos donde llega mayoritariamente.” Según el presidente, la mayor parte de la cocaína sale oculta en grandes contenedores desde los puertos de Buenaventura, Cartagena, Barranquilla y Santa Marta.
El presidente mostró un mapa que presenta la evolución de los cultivos de hoja de coca en el país desde 2018, y explicó que los colores del gráfico permiten determinar la edad de las plantaciones. Recordó que el informe de Naciones Unidas, que estimó 252 mil hectáreas en 2023, fue mal interpretado: “El color de la hoja de coca puede determinar su edad. Este informe fue el que desató la crisis, sobre el cual se dijo que se fundamentaba la descertificación de Colombia, por primera vez, de estar ayudando en esta lucha y en el mejor momento de incautación. Que fue lo que nos pareció muy paradójico, y obviamente lo recibimos como si fuera un insulto.”
Al referirse a la reacción de Washington, resumió su inconformidad con una frase que marcó el tono de la rueda de prensa: “Nos quitan el apoyo cuando mejor nos va.” Agregó que Estados Unidos al quitar apoyos a Colombia, que son para ellos, se quitan los apoyos a sí mismos.
El mandatario relató que abordó el tema directamente con el secretario general de la ONU, António Guterres, y calificó de “error” la lectura de los datos. “Le comentamos al equipo investigador el enorme error que había cometido”, dijo.
En la ronda de preguntas, el presidente se refirió al papel de la oposición en la interpretación de la política antidrogas colombiana: “Esto a Trump no se lo explica el encargado de negocios que tiene aquí (…). No se lo explican las personas expertas que en Estados Unidos conocen de esto, sino un lobby ideológico muy penetrado de nuestra oposición política, que es la extrema derecha colombiana, que ha gobernado de aquí para atrás.
Para concluir el encuentro, el mandatario subrayó el logro diplomático más reciente: “Con nuestros embajadores se logró aprobar por unanimidad, en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que la lucha contra las drogas debe ligarse a los derechos humanos. Desde ese punto de vista, lo que se está haciendo es absurdo y es una quiebra de derechos humanos de la ciudadanía.”







