
El Gobierno nacional aspira a que antes de terminar 2025 se pueda traer la primera molécula de gas desde Venezuela, y restablecer la interconexión eléctrica binacional.
Así lo advirtió el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma Egea, durante su participación en el foro ‘Visión Frontera 2025’ que se realizó en la ciudad de Cúcuta donde, además, dijo que se avanza en la restauración de la interconexión eléctrica San Mateo – Corozo, infraestructura que permitirá volver a conectar a Colombia con Venezuela.
El funcionario dijo que ya se adelantan las primeras pruebas para que esta línea binacional sea una realidad y se convierta en un símbolo de integración y soberanía energética. “Esta interconexión fue cortada en Gobiernos anteriores, nosotros hemos tomado la decisión política de restablecerla, como lo estamos haciendo con Panamá, con Ecuador, con el propósito de integrar energéticamente nuestros pueblos», señaló.
En su exposición, el ministro Palma Egea planteó tres razones por las cuales el Gobierno consideró que “es estratégico» avanza en este frente:
1- Seguridad y soberanía energética:
El jefe de la cartera dijo que uno de los ejes centrales es la seguridad energética para Colombia. Reactivar el suministro de gas venezolano significa diversificar las fuentes de abastecimiento y disminuir la vulnerabilidad frente a la importación de gas a precios elevados. Esta medida, dijo Palma Egea, permitiría un acceso más estable, con menores riesgos de especulación y con beneficios directos para la industria y los hogares, consolidando un suministro más justo y confiable para el país.
2- Integración regional con impacto directo en los usuarios:
El ministro de Minas aseguró que la integración regional y la soberanía eléctrica ocupan un lugar estratégico en la visión del Gobierno. Agregó que la restauración de la línea San Mateo–Corozo no solo es un proyecto de infraestructura, sino un símbolo de cooperación energética que fortalecerá los lazos entre Colombia y Venezuela.
Esta interconexión también contribuirá a la estabilidad del sistema eléctrico, con beneficios directos para los usuarios, y se alinea con los esfuerzos de integración que Colombia mantiene con otros países de la región, como Panamá y Ecuador, explicó el ministro.
3- Justicia social y equidad territorial:
El ministro advirtió que quienes se oponen a estos proyectos representan los intereses de quienes se lucraron con el déficit y las tarifas altas. “Quienes hoy critican la integración con Venezuela son los mismos que nos dejaron un país con déficit de gas, tarifas injustas y un Caribe golpeado por décadas de abandono», insistió.
El jefe de la cartera energética sostuvo que, con estas medidas, el Gobierno del presidente Gustavo Petro busca corregir los desequilibrios históricos que han mantenido a regiones como el Caribe en condiciones de vulnerabilidad, con tarifas injustas y un acceso desigual a la energía.
La apuesta, aseguró el ministro, es construir un modelo en el que la energía sea un derecho y no un privilegio, garantizando condiciones más justas para todos los territorios.
La iniciativa busca responder a tres grandes desafíos: fortalecer la seguridad energética, impulsar la integración regional y garantizar justicia social en el acceso a la energía.
“Hay que superar cualquier barrera para que los colombianos podamos disponer de esa gran riqueza que tienen en materia de gas. Ojalá podamos remover esos obstáculos técnicos, jurídicos, económicos, y podamos tener una molécula de gas, antes de que termine el año, en beneficio del pueblo colombiano», insistió el ministro Palma.