A pesar de los llamados de atención realizados, en la red hospitalaria le deben cuatro meses de salarios a médicos y trabajadores por OPS. Esto, sin contar con el cierre silencioso de las unidades de servicio de los diferentes hospitales.
Luego de seis meses de solicitudes incesantes a la Superintendencia de Salud para que interviniera la ESE Universitaria del Atlántico, la diputada Alejandra Moreno Astwood respalda la intervención adelantada este martes 19 de agosto a las instalaciones de la entidad, en procura de garantizar la continuidad en la prestación del servicio de salud a los atlanticenses.
Esta intervención, que tomó por sorpresa a muchos, es el resultado de un cuestionado manejo financiero que tiene actualmente a más de 700 empleados por OPS (prestación de servicio) con pagos pendientes desde hace seis meses, sumado a deudas millonarias con proveedores que incluso podrían comprometer servicios vitales como el banco de sangre.
“A pesar de las protestas de los empleados y de las solicitudes de soluciones que desde la Asamblea realicé, el gobernador propuso como solución una regresión al modelo anterior.
Pero también denuncié que esa no era ninguna solución, pues se requerían más de $150 mil millones para liquidar el modelo actual y eso era inasumible. Por eso siempre insistí que el camino de la intervención era el único que podía permitir una continuidad en la prestación, porque muestra la radiografía real de las irregularidades en la administración de los recursos.Esto permitirá implementar estrategias que mejoren el sistema financiero y garanticen la continuidad del servicio”, explicó la diputada Moreno.
Es de recordar que la diputada Alejandra Moreno conoció, a través de un derecho de petición que le respondió la Superintendencia de Salud, el grave panorama que detectó esta entidad a partir de las revisiones realizadas durante la visita que se cumplió el pasado 11 de marzo a ESE UNA. En aquel momento fueron 49 los hallazgos realizados, un 68% más de lo que fue detectado en 2024, durante una inspección que la entidad realizó también a la ESE.
Para el caso, el déficit presupuestal de la ESE UNA era el que más preocupaba según el informe, pues se había comprometido la mayoría de los gastos sin recibir la totalidad del ingreso, lo que no le permitía a esta red hospitalaria tener una operación equilibrada.
Según ampliaba el documento, esto involucraba retrasos en los pagos a trabajadores y proveedores, pues fue detectado que esta empresa de salud no ha cumplido con los planes de mejoramiento recomendados desde años anteriores, lo que ha llevado a que no tengan claridad sobre cómo manejar sus pasivos y activos.
“La salud pública de los atlanticenses no puede seguir en crisis; la intervención de supersalud a ESE UNA es un triunfo para los trabajadores y pacientes olvidados por la Gobernación del Atlántico, que le quedó pequeño garantizar la continuidad de los servicios de los hospitales”, indicó la diputada.