Así reaccionó el jefe de Estado en su cuenta de X, refiriéndose a los hechos ocurridos en el recinto del Senado el pasado 20 de julio, mientras escuchaba la réplica de la bancada de la oposición a su informe a la Nación.
Se mostró extrañado ante esa reacción, pues “nunca vi que, a un jefe de Estado en su actividad de relación con el Congreso, la oposición –a la que siempre pertenecí, nunca fui parlamentario de gobierno– fuera grosera y sin razón, sin argumento”.
Y enfatizó: “tal grosería, repetida ardorosamente por la prensa del poder económico, es el intento de tapar con un dedo el sol de los resultados de gobierno en lo que más me interesa: la salud, la educación, las oportunidades de vida económica, social y existencial de mis conciudadanos y conciudadanas, tanto de los que votaron por mí como de quienes no votaron”.
Ese comportamiento, que calificó de soez, “no es más que la expresión degradada del espíritu y del poco tamaño del intelecto”, escribió el mandatario, en consideración a que ese mismo Congreso de la República fue el que lo invitó a dirigirse a los colombianos.
Señaló que, después de “más de 20 años ejerciendo la función de congresista de Colombia (…) solo en dos ocasiones jueces pidieron rectificaciones leves a mis argumentos y acaté las decisiones, corrigiendo”.
Manifestó que “siempre, en mis debates de control político, busqué la máxima objetividad de mis investigaciones y la certeza de las pruebas que presenté, sea en debates económicos, sea en los debates de la corrupción de alto nivel política y financiera, sea en los debates en las relaciones pavorosas de políticos con la gobernanza paramilitar”.
Explicó que “al alzar mi puño –muchas veces lo he hecho– lo hago como millones de seres humanos lo han hecho en el planeta desde el siglo XIX. Como resistencia y lucha por lo justo. Por la Justicia Social y la Libertad plena”.
Y reafirmó: “Aunque falta un año, espero resistir con la ayuda del pueblo, para mostrar aún más la profundidad de una obra de gobierno dedicada a la justicia social y la democracia profunda