Ante el inicio de la temporada vacacional, la Secretaría de Salud del Atlántico invita a la ciudadanía a sumarse a una estrategia 2×1, reforzando dos acciones vitales: vacunación y eliminación de criaderos del mosquito Aedes aegypti para prevenir enfermedades como la fiebre amarilla y el dengue.

“Una sola acción puede protegernos de dos enfermedades. Si todos ayudamos a eliminar criaderos y mantenemos la vacunación contra fiebre amarilla al día, salvamos vidas”, señaló el secretario de Salud del Atlántico, Luis Carlos Fajardo Jordán, quien resaltó que en el Atlántico no se baja la guardia y que se han obtenido cifras impactantes en el control del dengue que también ayudan en el control de la fiebre amarilla, pues es el mismo vector de ambas enfermedades.

En el Atlántico está habilitada la vacunación para personas desde los 9 meses hasta los 59 años de edad. La cobertura para los niños de 9 – 18 meses es óptima, según la clasificación nacional, por encima de lo esperado.

Los próximos 27 y 28 de junio, la Gobernación del Atlántico, a través de la Secretaría de Salud, las ESE e IPS, llevará a cabo una jornada masiva de vacunación en todos los municipios del departamento. El viernes 27 se realizará una jornada nocturna, con presencia en plazas, parques y recorridos casa a casa, mientras que el sábado 28 la vacunación iniciará desde las 8:00 a. m. en puntos habilitados. Esta estrategia tiene como objetivo garantizar el acceso equitativo a las vacunas del esquema regular, especialmente para la población más vulnerable, y reafirma el compromiso institucional con la prevención y el cuidado de la salud pública.

VACUNACIÓN ES PREVENCIÓN

Como respuesta a la emergencia sanitaria declarada a nivel nacional en abril por brotes de fiebre amarilla, el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) reportó un aumento del 73% en vacunación. Entre enero y mayo 45.399 personas fueron vacunadas en el departamento del Atlántico.,

La respuesta de la comunidad ha sido positiva, especialmente en municipios como Suan, Palmar de Varela, Usiacurí, Polonuevo y Baranoa, donde se han superado las coberturas promedio nacionales.

En el Atlántico el incremento en la vacunación contra fiebre amarilla se refleja en cifras claras: En enero se aplicaron 4.240 dosis, en febrero 3.961, marzo acumuló 4.232, a partir de la declaratoria del Ministerio de Salud en abril la vacunación se intensificó y se aplicaron en ese mes 16.926 y en el periodo mayo a 5 de junio iban 16.040, lo que representa un incremento acumulado mayor al 70%.

Este crecimiento evidencia que cada vez más atlanticenses reconocen que la vacunación es la forma más efectiva de prevenir una enfermedad que puede ser mortal, pero que es totalmente evitable.

El biológico sigue disponible de manera gratuita en más de 45 puntos fijos y en jornadas extramurales rurales, en la terminal de transporte terrestre y aeropuerto.

El secretario de Salud recordó a la comunidad que si en vacaciones alguno planea viajar a zonas rurales, fronterizas o selváticas de alto riesgo, debe vacunarse al menos 10 días antes. “Las vacunas salvan vidas”, reiteró.

El Atlántico sigue clasificado por el Ministerio de Salud como zona de bajo riesgo y no presenta casos de fiebre amarilla, donde la Secretaría de Salud mantiene la vigilancia y cada día trabaja a través del Programa Ampliado de Inmunización en el aumento de la cobertura de vacunación.

DENGUE

A corte de la semana epidemiológica 22, es decir, a 31 de mayo, el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Atlántico reportó que la tasa de incidencia de dengue por cada 100.000 habitantes fue de 130,3, muy por debajo del nivel nacional que se ubicó en 228, 9.

Al departamento del Atlántico le fueron notificados 4.615 casos a través de la Secretaría de Salud; fueron descartados por análisis de Laboratorio de Salud Pública Departamental 2.258, ósea el 48,8% y se confirmaron realmente como casos de dengue, un total de 1.958 (42%) y de éstos solo 30 fueron considerados casos graves, lo que equivale al 1.53%.

Los casos de dengue grave a semana 22 se presentaron en municipios como Soledad, Baranoa, Galapa, Malambo, Suan y Manatí.

Los municipios de Soledad, Santa Lucía, Malambo, Sabanalarga, Baranoa, Tubará y Juan de Acosta están clasificados con nivel de brote tipo 1.

Entre los municipios que tienen baja notificación se encuentran Palmar de Varela, Luruaco, Santo Tomas, Candelaria, Campo de la Cruz y Repelón

ESTRATEGIA COMUNITARIA

Además, la Secretaría de Salud ha intensificado su estrategia para frenar el dengue y fiebre amarilla con las acciones de eliminación del mosquito, que contempla educación comunitaria, vigilancia ambiental, destrucción de criaderos de larvas y recolección de inservibles como llantas y envases que recopilen aguas estancadas.

Con corte a mayo, el programa contra Enfermedades Transmitidas por Vectores (ETV) de Salud Pública logró presencia en los 22 municipios, donde visitó 29.603 viviendas, identificando 2.449 sitios positivos con criaderos de mosquito; trató como eliminó 1.900 focos en albercas, tanques y otros objetos; asimismo inspeccionó 2.442 llantas, de las cuales 708 ya fueron eliminadas. Además, a través del personal en terreno capacitó a más de 37 mil personas en prevención.

“Estas enfermedades son comuno-prevenibles: dependen del comportamiento colectivo. Abrir la puerta a las brigadas de salud, eliminar criaderos, usar repelente y ropa adecuada son decisiones que protegen a toda la familia”, enfatizó Fajardo Jordán.

ETV realiza actividades de inspección, vigilancia y control de las enfermedades transmitidas por vectores.

ACCIONES EN MARCHA

La Secretaría de Salud del Atlántico, a través de su plan de contingencia contra el dengue y fiebre amarilla, continúa con constante vigilancia epidemiológica a través de la Sala de Análisis de Riesgo (SAR); permanente coordinación con EPS, IPS y ESE para dar respuesta efectiva a casos; jornadas de vacunación y trabajo comunitario para la eliminación de criaderos de mosquito y educación casa a casa sobre prevención.

LLAMADO COLECTIVO

La Gobernación del Atlántico reitera un llamado a la acción de la población para la prevención de la enfermedad, ya que desde los hábitos saludables en casa y comunitarios reside la clave para frenar el avance del dengue y seguir con cero casos de fiebre amarilla.

La salud pública se construye entre todos. Vacunarse y eliminar criaderos salva vidas, y esa responsabilidad está al alcance de cada familia en su hogar.