En medio de un clima seco, los bomberos continúan bregando contra las llamas en Los Ángeles que se han cobrado las vidas de al menos 16 personas y 15.000 hectáreas quemadas.

Las llamas que comenzaron el pasado martes son las responsables de por lo menos 12.000 edificaciones siniestradas y de decenas de miles de personas evacuadas. Las autoridades han detenido a 22 personas, en su mayoría por delitos relacionados con robos y saqueos, incluyendo allanamiento de morada, posesión de narcóticos y robo de identidad.

El alguacil del condado de Los Ángeles, Robert Luna, informó que al menos trece personas han desaparecido en los graves incendios y desconocen si entre los desaparecidos se encuentra alguna de las víctimas mortales.

Según el alguacil Luna, dos de los individuos fueron arrestados por entrar sin autorización en lugares de emergencia y violar el toque de queda, que está en vigor desde las 18:00 hasta las 6:00 de la mañana, hora local.

El incendio Palisades, el más devastador de los focos activos, se desplaza hoy hacia el este, amenazando barrios residenciales como Brentwood. Jesús Ruiz, portavoz del condado, manifestó a la prensa su preocupación y afirmó que el movimiento del fuego hacia el este avanza rápidamente hacia una zona “altamente poblada”.

Este foco, responsable de quemar casi 9.000 hectáreas, es además el más grave de los que permanecen activos, y los bomberos solo han conseguido contenerlo en un 11 %, aunque sí que han logrado controlar hoy al completo el incendio Lidia.

Hasta el momento Kenneth está contenido en un 80 %, Hurst en un 76 % y Eaton en un 15 %.